08Abr/10

LOS INDIOS NO HACEN RUIDO. RAY LORIGA

RUIDOS-Y-SILENCIOS-DE-RAY-LORIGA

Grandes autores como Ray Loriga (Madrid, 1967) se han atrevido, y con mucho acierto, a adentrarse en el complicado mundo de la literatura infantil. La sencillez inquietante, irónica y pura con la que Loriga impregna sus textos para adultos, ¿quién puede olvidar “Tokyo ya no nos quiere”?, aparece también en este trabajo destinado a los más pequeños y titulado “Los indios no hacen ruido”.
El autor invita a reflexionar sobre el ruido y como repercute éste en el entorno en que vivimos. Hace pensar a los niños sobre los ruidos que nos molestan o los que nos gustan, o aquellos que nos gustaría escuchar, como el latido de nuestro propio corazón o el ruidillo que deben hacer las hormigas cuando andan. “Los indios no hacen ruido” es un texto cuidado en el que podemos encontrar al abrirlo citas como estas:

“En la playa, por la noche se oye el mar proque la luna no hace ruido.”

El protagonista de la historia explica en una ocasión:

“Hay ruidos que te gustan de pequeño y luego ya no, como el ruido de las sartenes o el ruido de la taladradora con la que hacen las carreteras. Hay ruidos que te gustan siempre, como el ruido de los aviones supersónicos, o el ruido del estadio de fútbol, que me llevó mi padre una vez antes de entrar, el ruido se salía por la calle, y parecía como si hubiera mucha gente invisible, o como si toda la gente que estaba dentro, se hubiese dejado sus voces fuera.”

“Los indios no hacen ruido, bueno a veces sí, cuando gritan y cuando cantan, pero cuando quieren, saben no hacer ningún ruido, y por la noche, cuando ya es muy tarde y no se oye nada, a veces me acuerdo de los indios, pero no me asusto, porque creo que los indios no atacan de noche.”

“Si los ruidos grandes fueran más pequeños, los ruidos pequeños serían más grandes. Si no hubiera tantos ruidos, a lo mejor se oiría a las hormigas.”

© 2009 Araceli Cobos

03Abr/10

MADAMA SUI. ROA BASTOS

EL-AMOR-LO-SENSUAL-Y-LO-ERoTICO

“…el paro del corazón no es sino la consecuencia patológica del paro del alma, que es un síncope existencial. Hay seres que mueren antes de acabar su vida. Hay otros que mueren dos veces.”

Augusto Roa Bastos (Asunción, Paraguay, 1917) es una de las grandes figuras de las letras hispanoamericanas. En 1989 obtiene el Premio Cervantes. Siendo muy joven, combate en la guerra del Chaco, viaja a Europa como corresponsal de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando regresa tiene que exiliarse a Buenos Aires y Francia. Comienza a escribir en 1952, con una colección de cuentos titulada “El trueno en las hojas” Su primera novela “Hijo de hombre”, escrita en 1960, obtiene el Premio Internacional de Novelas de la Editorial Losada. En ese momento su prestigio es creciente y sus novelas únicas son leídas en todo el mundo: “El baldío”, “Madera quemada”, “Los pies sobre el agua” o “Vigilia del Almirante”, entre muchas otras.
Hoy quiero homenajear la obra y el encanto de Augusto Roa Bastos recordando su novela “Madama Sui”. Un trabajo sutil, con encanto, con una prosa perfecta. Madama Sui, es la hetaria del Gran Patrón, como relata Roa Bastos. La protagonista, de ascendencia japonesa, pierde a su padre siendo niña. Octavio, un amigo italiano de su padre, se hará cargo de ella, además de enamorarse de la joven. La niña crece libre, sin complejos, en un ambiente natural, pero apenas siendo una adolescente se convierte en amante del ex dictador paraguayo Alfredo Stroessner. Además también será amante de su guardiana, una mujer que habría huído de la Segunda Guerra Mundial, y que posiblemente habría formado parte del régimen de Hitler.

“Lejos o cerca, la mujer no hace más que seguir al hombre amado. Una sombra detrás de otra sombra. Condenada a esperarlo, ramera o santa, prostituyéndose, acostándose con otros, con otras…vendiendo su cuerpo para que los demás gocen. O sacrificándose para que los demás vivan…pero siempre guardando la sombra del amado en su corazón”.

La novela nos va relatando la vida de “Suinda”, Madama Sui, de esta joven que aún perdura en la memoria colectiva de Paraguay. Murió con veinte años. Sensualidad sin límites y amor profundo, este fue el fundamento de vida de una mujer, quizás, libre.

“Nadie quiere ser verdaderamente libre. Siempre se está atado a algo sagrado o maldito. La costumbre puede más que el deseo.”

“Sabiduría es dolor. Belleza es amor. Amor es furor y lágrimas.”

“Cada mujer es única, y uno se muere sin descifrar sus enigmas.”

© 2009 Araceli Cobos

28Mar/10

KIWI. CARMEN POSADAS

PRIMERO-KIWI-POR-QUe-NO

Un día llega a una granja un paquete. Dentro hay un huevo muy extraño. Todos los habitantes de la granja: los patos, las gallinas, los cerdos, los caballos,… que tenían muchas ganas de saber lo que la caja contenía, pierden el interés de repente por ese huevo moteado. Un huevo en una granja es sólo eso, un huevo más. Sólo Perro se hará cargo de él. ¿Qué sucederá entonces?
La escritora uruguaya Carmen Posadas (Montevideo, 1953) comenzó escribiendo libros para niños, tarea que aún sigue realizando, pero que, desde hace muchos años, compagina con la literatura para adultos. Las obras de Carmen Posadas, a las que en un futuro me referiré, son igual de entretenidas que este libro titulado “Kiwi”. Un libro sencillo y divertido destinado a los primeros lectores y editado por la editorial SM El barco de vapor.
Es un libro ideal para leer en familia y para comenzar así, como comenzó ella, y sin ruborizarnos, por la literatura infantil. ¿Por qué no empezar a conocer a un autor, justamente así, por sus inicios? Les aseguro que “Kiwi” tiene mucho que ver con sus libros para adultos; frescos, ligeros, divertidos y muy bien escritos.
Algunos de los libros de la autora destinados al público infantil son: “Hipo canta”, “Cuac”, “El mercader de los sueños”, “Liliana, bruja urbana”, “Dorilda”, “El señor Viento Norte” o “Mi primer libro sobre Machado”.
El éxito le llegaría a Posadas cuando en el año 1998 gana el Premio Planeta con “Pequeñas infamias”. Después ha sabido ganarse un hueco dentro de la literatura mundial con obras como “El buen sirviente”, “La bella Otero”, “La cinta roja”o “Juego de niños”. Ya es una autora consagrada.
Su página web es muy interesante. Allí podemos encontrar su biografía, las reseñas de sus obras, entrevistas, fotografías, videos, y una recopilación de artículos sobre temas de actualidad.
Les invito a leer todo el trabajo de Posadas. Este es mi primera propuesta, Kiwi, ¿por qué no?.

“-No, no, dijo Perro.
¿Quién se hizo cargo de Kiwi cuando sólo era un huevo que nadie quería?
¿Quién lo empolló y le dio calor?
¿Quién le enseñó a comer?
Tú, reconoció Mamá Gallina.
Pero ya sólo eres un perro viejo.
Nunca podrás educarlo como yo lo haría.
Yo soy el padre de Kiwi, porque lo quise desde antes de nacer, dijo Perro con firmeza.”

© 2009 Araceli Cobos

22Mar/10

NICOLÁS GÓMEZ DÁVILA. ESCOLIOS A UN TEXTO IMPLICITO

UN-JUEGO-DE-FRASES

Les propongo un juego. Un juego sencillo para jugar entre amigos en el salón después de una buena cena.
Para jugar necesitan abrir un libro. El libro se titula: “Escolios a un texto implícito”, de Nicolás Gómez Dávila y lo encontrarán editado en ediciones Atalanta.
El siguiente paso a tener en cuenta es que no necesariamente todos los amigos con los que usted comparta la cena deben tener idénticas ideas a las suyas. El juego, entonces, sería muy aburrido.
Dicho esto pueden empezar a jugar espontáneamente. Alguien de entre los invitados abre el libro dejando al azar el encuentro con cualquiera de las páginas que contiene el volumen. Dentro de esa página encontrará varias citas, leerá una, también al azar, y entonces todos comienzan a jugar. La diversión, o al menos la charla, está asegurada.
Nicolás Gómez Dávila (Bogotá 1913-1994) trabajó toda su vida en una vasta recopilación de aforismos, reflejo de sus lecturas. Algunos le llamaban el Nietzsche colombiano, otros el ilustre desconocido.
Se puede estar o no de acuerdo con sus aforismos, pero merece la pena echarle un vistazo a este libro, a este escritor, fuera de lo común.
Perteneció a la alta sociedad colombiana y se educó en París. Pasó la mayor parte de su vida entre las paredes de su biblioteca, que contenía más de 30.000 volúmenes.
Católico y de principios reaccionarios, su obra critica la modernidad y las idiologías progresistas, como el marxismo o la democracia.
Sus aforismos, a los que el denominaba escolios, a veces resultan repetitivos y sin duda están cargados de su particular ironía.
Alcanzó reconocimiento internacional pocos años después de su muerte gracias a las traducciones alemanas de algunas de sus obras.
Pero, es el momento, les dejo con el juego. Antes de que comiencen, les escribo una selección de escolios para ir calentando motores. No se pongan nerviosos. Es sólo una selección, en la que se puede leer de todo y no siempre estar de acuerdo, y menos mal. Que ustedes lo pasen bien.

De “Escolios a un texto implícito I”:

“Quienes gimen sobre la estrechez del medio en el que viven pretenden que los acontecimientos, los vecinos, los paisajes, les den la sensibilidad y la inteligencia que la naturaleza les negó.”

“El militante comunista antes de su victoria merece el mayor respeto. Después no es más que un burgués atareado.”.

“Ser joven es temer que nos crean estúpidos; madurar es temer serlo.”

“Falso artista es el que parece artista obviamente.”

“Creyendo decir lo que quiere, el escritor sólo dice lo que puede.”

“Defiende tu orgullo, para que tu humildad se hospede en limpios aposentos.”

“Envejecer con dignidad es tarea de todo instante.”

“La inteligencia vive mientras no prefiere sus soluciones a sus problemas.”

“Los políticos, en la democracia, son los condensadores de la imbecilidad.”

“El proletariado no destesta en la burguesía sino la dificultad económica de imitarla.”

“Amar es rondar sin descanso en torno de la impenetrabilidad de un ser.”

“Madurar no consiste en renunciar a nuestros anhelos, sino en admitir que el mundo no está obligado a colmarlos.”

“La sensualidad es la posibilidad permanente de rescatar al mundo del cautiverio de su insignificancia.”

“La frase debe tener la dureza de la piedra y el temblor de la rama.”

“La felicidad es un instante de silencio entre dos ruidos de la vida.”

“Alma es lo que les nace a las cosas cuando duran.”

“Los tres enemigos de la literatura son: el periodismo, la sociología, la ética.”

“Cervantes es culpable de la insulsez de la crítica cervantina española porque legó un libro irónico a un pueblo sin ironía.”

“Siempre acabamos avergonzados de haber compartido un entusiasmo colectivo.”

“La personalidad no es un fin realizable, sino lo que resulta de un fin realizado.”

De “Escolios a un texto implícito 2”:

“Ser auténticamente moderno es, en cualquier siglo, indicio de mediocridad.”

“El escritor que no ha torturado sus frases tortura al lector.”

“El político demócrata no adopta la ideas en que cree, sino las que cree que ganan.”

“La inteligencia no consiste en encontrar soluciones, sino en no perder de vista los problemas.”

“Noble es la persona capaz de no hacer todo lo que podría.”

“Aún la derecha de cualquier derecha me parece siempre demasiado a la izquierda.”

“Sólo logra satisfacernos lo que no sabríamos planear.”

“Cada día le exigimos más a la sociedad para poder exigirnos menos.”

“¡Cuántas cosas nos parecerían menos irritantes si fuésemos menos envidiosos!”

© 2009 Araceli Cobos

16Mar/10

AUNQUE BUKOWSKI DIGA: “TE AMO”

AUNQUE-BUKOWSKI-DIGA-E-AMO

El primer post que abría este blog de literatura, en noviembre de 2009, se titulaba “Prohibido decir te quiero”. En él citaba a algunos poetas y a un escritor que, en mi opinión, habían escrito, entre otras muchas cosas, cosas de amor sin mencionar en ningún momento la frase, te quiero. No sé explicarlo pero me gusta que se hable de amor sin nombrar la palabra amor, hace a lo que se dice más auténtico, más real.
Hoy, además de homenajear a un poeta que me gusta bastante, Charles Bukowski, quería seguir hablando de esos escritores que ocultan la frase y nos hacen soñar con algo que va más allá del te quiero y te amo. Pero resulta que la combinación no ha sido posible, porque uno de los más bellos poemas de amor que conozco, es del poeta alemán, pero, al final del poema el escritor escribe: te amo. Sólo diré a su favor que es simplemente necesario, y aún así sigue siendo un precioso poema que merece la pena leer. Se titula “Confesión”.
El estilo de Charles Bukowski (Andernach 1920- Los Ángeles 1994) es frecuentemente imitado, pero el poeta del realismo descarnado, y el humor ácido, es simplemente imposible de imitar.
A menudo es visto como un icono de la decadencia estadounidense y de la representación del nihilismo.
Lo que más me gusta de este poeta, además de todos sus libros, es su falta de ambición. Me gusta el que viera el arte de escribir como algo simple. Las obras de este autor hay que abrirlas siempre, es simplemente necesario conocerle.

“Esperando la muerte
Como un gato
Que va a saltar sobre
La cama

Me da tanta pena
Mi mujer

Ella verá este
Cuerpo
Blanco
Rígido
Lo zarandeará una vez y luego
Quizás
Otra:
“¡Hank!”

Hank no
Responderá.

No es mi muerte lo que
Me preocupa, es mi mujer
Que se quedará con este
Montón de
Nada.

Quiero que
Sepa
Sin embargo
Que todas las noches
Que he dormido a su lado

Incluso las discusiones
Más inútiles
Siempre fueron
Algo espléndido

Y esas difíciles
Palabras
Que siempre temí
Decir
Pueden decirse
Ahora:
Te amo”

© 2009 Araceli Cobos

08Mar/10

TOLSTÓI. LOS COSACOS

TOLSToI-HISTORIA-DE-AMOR-EN-EL-CaUCASO

El olor a Kiziak, a Kasha y a Kaimak, que palabras, por cierto, tan bonitas, impregnan la novela “Los cosacos”, una preciosa obra de Lev Tolstói.
En 1851, cuando Tolstói tiene vientidós años, realiza un viaje al Cáucaso para participar como cadete en la línea defensiva rusa en la guerra contra los turcos. Esta experiencia le servirá de inspiración para sus primeras novelas, entre ellas esta que hoy presento.
El personaje de esta novela se llama Olenin, un joven que aburrido de su monótona vida en Moscú decide seguir la carrera militar. La naturaleza del Cáucaso, la vida sencilla en la stanitsa (aldea cosaca) y un amor que surge sin esperarlo, le abrirán un mundo nuevo lleno de sopresas, alegrias y malos momentos también.
Lúkashka, apodado “El arrebatador”, es un joven cosaco que lucha para que los chechenos hostiles, los abreks, no crucen la orilla rusa del río Terek con el objetivo de robar y saquear.
El joven cosaco y Olenin se enamoran de la misma mujer, Marianka.
Tolstói, que hace varias descripciones de ella a lo largo de su obra, en una de estas la presenta así:

“Marianka (…) era una auténtica belleza. Sus facciones habrían resultado demasiado masculinas y toscas de no haber sido por su tipo, alto y esbelto, por su pecho y sus hombros robustos y, sobre todo, por la expresión severa, pero tierna, de sus rasgados ojos negros, envueltos en una oscura sombra bajo sus negras cejas, y por el gesto cariñoso de su boca y de su sonrisa. Aunque no sonreía a menudo, cuando lo hacía resultaba siempre cautivadora.”

Las descripciones y los diálogos son directos y cuidados en esta obra. Por ejemplo cuando se describe la vida cotidiana en la aldea o los momentos de fiesta como en el capítulo XXXV, preciosa descripción la que hace el escritor ruso.

En muchas ocasiones Olenin admira la vida en el Cáucaso y recuerda su vida anterior, vacía para él.

“A cada día que pasaba allí se sentía más libre y humano. El Cáucaso era totalmente distinto a como se lo había imaginado. No había hallado nada que se pareciera a sus sueños ni a las descripciones que había oído y leído. “Aquí no hay ni caballos zainos, ni precipicios, ni ningún Ammalat- Bek, ni héroes ni villanos”, pensaba. “Los hombres viven en armonía con la naturaleza: mueren, nacenm se reproducen, de nuevo nacen, luchan, beben, comen, gozan y de nuevo mueren, sin más condiciones que aquellas normas inmutables que la Naturaleza estipuló para el sol, la hierba, la bestia, o el árbol. Ésa es la única ley que conocen”. Y, por esa razón, aquellas gentes, a su lado, le parecían hermosas, fuertes y libres, y le bastaba con mirarlos para sentir vergüenza y lástima de si mismo. A menudo se planteaba seriamente la posibilidad de abandonarlo todo, convertirse en un cosaco, comprarse una cabaña y ganado, casarse con una cosaca (aunque no con Marianka: ésta era para Lúkashka) y vivir con el tío Yéroshka, ir de caza y de pesca con él y a las campañas con los cosacos.”

El tío Yeróshka es otro personaje entrañable de esta novela. Es vecino de Lúkashka, y es a éste joven al único que no desprecia de entre toda la generación de nuevos luchadores. A lo largo de la narración también entabla una estrecha amistad con Olenin.

Se dice de esta novela que es mitad estudio etnográfico, mitad cuento moral, pero a mí también me parece que esta novela guarda una preciosa historia de amor, por todas estas cosas hay que abrir el libro y disfrutarlo.

© 2009 Araceli Cobos