Archivos de la categoría: LIBROS

03Abr/10

MADAMA SUI. ROA BASTOS

EL-AMOR-LO-SENSUAL-Y-LO-ERoTICO

“…el paro del corazón no es sino la consecuencia patológica del paro del alma, que es un síncope existencial. Hay seres que mueren antes de acabar su vida. Hay otros que mueren dos veces.”

Augusto Roa Bastos (Asunción, Paraguay, 1917) es una de las grandes figuras de las letras hispanoamericanas. En 1989 obtiene el Premio Cervantes. Siendo muy joven, combate en la guerra del Chaco, viaja a Europa como corresponsal de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando regresa tiene que exiliarse a Buenos Aires y Francia. Comienza a escribir en 1952, con una colección de cuentos titulada “El trueno en las hojas” Su primera novela “Hijo de hombre”, escrita en 1960, obtiene el Premio Internacional de Novelas de la Editorial Losada. En ese momento su prestigio es creciente y sus novelas únicas son leídas en todo el mundo: “El baldío”, “Madera quemada”, “Los pies sobre el agua” o “Vigilia del Almirante”, entre muchas otras.
Hoy quiero homenajear la obra y el encanto de Augusto Roa Bastos recordando su novela “Madama Sui”. Un trabajo sutil, con encanto, con una prosa perfecta. Madama Sui, es la hetaria del Gran Patrón, como relata Roa Bastos. La protagonista, de ascendencia japonesa, pierde a su padre siendo niña. Octavio, un amigo italiano de su padre, se hará cargo de ella, además de enamorarse de la joven. La niña crece libre, sin complejos, en un ambiente natural, pero apenas siendo una adolescente se convierte en amante del ex dictador paraguayo Alfredo Stroessner. Además también será amante de su guardiana, una mujer que habría huído de la Segunda Guerra Mundial, y que posiblemente habría formado parte del régimen de Hitler.

“Lejos o cerca, la mujer no hace más que seguir al hombre amado. Una sombra detrás de otra sombra. Condenada a esperarlo, ramera o santa, prostituyéndose, acostándose con otros, con otras…vendiendo su cuerpo para que los demás gocen. O sacrificándose para que los demás vivan…pero siempre guardando la sombra del amado en su corazón”.

La novela nos va relatando la vida de “Suinda”, Madama Sui, de esta joven que aún perdura en la memoria colectiva de Paraguay. Murió con veinte años. Sensualidad sin límites y amor profundo, este fue el fundamento de vida de una mujer, quizás, libre.

“Nadie quiere ser verdaderamente libre. Siempre se está atado a algo sagrado o maldito. La costumbre puede más que el deseo.”

“Sabiduría es dolor. Belleza es amor. Amor es furor y lágrimas.”

“Cada mujer es única, y uno se muere sin descifrar sus enigmas.”

© 2009 Araceli Cobos

22Mar/10

NICOLÁS GÓMEZ DÁVILA. ESCOLIOS A UN TEXTO IMPLICITO

UN-JUEGO-DE-FRASES

Les propongo un juego. Un juego sencillo para jugar entre amigos en el salón después de una buena cena.
Para jugar necesitan abrir un libro. El libro se titula: “Escolios a un texto implícito”, de Nicolás Gómez Dávila y lo encontrarán editado en ediciones Atalanta.
El siguiente paso a tener en cuenta es que no necesariamente todos los amigos con los que usted comparta la cena deben tener idénticas ideas a las suyas. El juego, entonces, sería muy aburrido.
Dicho esto pueden empezar a jugar espontáneamente. Alguien de entre los invitados abre el libro dejando al azar el encuentro con cualquiera de las páginas que contiene el volumen. Dentro de esa página encontrará varias citas, leerá una, también al azar, y entonces todos comienzan a jugar. La diversión, o al menos la charla, está asegurada.
Nicolás Gómez Dávila (Bogotá 1913-1994) trabajó toda su vida en una vasta recopilación de aforismos, reflejo de sus lecturas. Algunos le llamaban el Nietzsche colombiano, otros el ilustre desconocido.
Se puede estar o no de acuerdo con sus aforismos, pero merece la pena echarle un vistazo a este libro, a este escritor, fuera de lo común.
Perteneció a la alta sociedad colombiana y se educó en París. Pasó la mayor parte de su vida entre las paredes de su biblioteca, que contenía más de 30.000 volúmenes.
Católico y de principios reaccionarios, su obra critica la modernidad y las idiologías progresistas, como el marxismo o la democracia.
Sus aforismos, a los que el denominaba escolios, a veces resultan repetitivos y sin duda están cargados de su particular ironía.
Alcanzó reconocimiento internacional pocos años después de su muerte gracias a las traducciones alemanas de algunas de sus obras.
Pero, es el momento, les dejo con el juego. Antes de que comiencen, les escribo una selección de escolios para ir calentando motores. No se pongan nerviosos. Es sólo una selección, en la que se puede leer de todo y no siempre estar de acuerdo, y menos mal. Que ustedes lo pasen bien.

De “Escolios a un texto implícito I”:

“Quienes gimen sobre la estrechez del medio en el que viven pretenden que los acontecimientos, los vecinos, los paisajes, les den la sensibilidad y la inteligencia que la naturaleza les negó.”

“El militante comunista antes de su victoria merece el mayor respeto. Después no es más que un burgués atareado.”.

“Ser joven es temer que nos crean estúpidos; madurar es temer serlo.”

“Falso artista es el que parece artista obviamente.”

“Creyendo decir lo que quiere, el escritor sólo dice lo que puede.”

“Defiende tu orgullo, para que tu humildad se hospede en limpios aposentos.”

“Envejecer con dignidad es tarea de todo instante.”

“La inteligencia vive mientras no prefiere sus soluciones a sus problemas.”

“Los políticos, en la democracia, son los condensadores de la imbecilidad.”

“El proletariado no destesta en la burguesía sino la dificultad económica de imitarla.”

“Amar es rondar sin descanso en torno de la impenetrabilidad de un ser.”

“Madurar no consiste en renunciar a nuestros anhelos, sino en admitir que el mundo no está obligado a colmarlos.”

“La sensualidad es la posibilidad permanente de rescatar al mundo del cautiverio de su insignificancia.”

“La frase debe tener la dureza de la piedra y el temblor de la rama.”

“La felicidad es un instante de silencio entre dos ruidos de la vida.”

“Alma es lo que les nace a las cosas cuando duran.”

“Los tres enemigos de la literatura son: el periodismo, la sociología, la ética.”

“Cervantes es culpable de la insulsez de la crítica cervantina española porque legó un libro irónico a un pueblo sin ironía.”

“Siempre acabamos avergonzados de haber compartido un entusiasmo colectivo.”

“La personalidad no es un fin realizable, sino lo que resulta de un fin realizado.”

De “Escolios a un texto implícito 2”:

“Ser auténticamente moderno es, en cualquier siglo, indicio de mediocridad.”

“El escritor que no ha torturado sus frases tortura al lector.”

“El político demócrata no adopta la ideas en que cree, sino las que cree que ganan.”

“La inteligencia no consiste en encontrar soluciones, sino en no perder de vista los problemas.”

“Noble es la persona capaz de no hacer todo lo que podría.”

“Aún la derecha de cualquier derecha me parece siempre demasiado a la izquierda.”

“Sólo logra satisfacernos lo que no sabríamos planear.”

“Cada día le exigimos más a la sociedad para poder exigirnos menos.”

“¡Cuántas cosas nos parecerían menos irritantes si fuésemos menos envidiosos!”

© 2009 Araceli Cobos

08Mar/10

TOLSTÓI. LOS COSACOS

TOLSToI-HISTORIA-DE-AMOR-EN-EL-CaUCASO

El olor a Kiziak, a Kasha y a Kaimak, que palabras, por cierto, tan bonitas, impregnan la novela “Los cosacos”, una preciosa obra de Lev Tolstói.
En 1851, cuando Tolstói tiene vientidós años, realiza un viaje al Cáucaso para participar como cadete en la línea defensiva rusa en la guerra contra los turcos. Esta experiencia le servirá de inspiración para sus primeras novelas, entre ellas esta que hoy presento.
El personaje de esta novela se llama Olenin, un joven que aburrido de su monótona vida en Moscú decide seguir la carrera militar. La naturaleza del Cáucaso, la vida sencilla en la stanitsa (aldea cosaca) y un amor que surge sin esperarlo, le abrirán un mundo nuevo lleno de sopresas, alegrias y malos momentos también.
Lúkashka, apodado “El arrebatador”, es un joven cosaco que lucha para que los chechenos hostiles, los abreks, no crucen la orilla rusa del río Terek con el objetivo de robar y saquear.
El joven cosaco y Olenin se enamoran de la misma mujer, Marianka.
Tolstói, que hace varias descripciones de ella a lo largo de su obra, en una de estas la presenta así:

“Marianka (…) era una auténtica belleza. Sus facciones habrían resultado demasiado masculinas y toscas de no haber sido por su tipo, alto y esbelto, por su pecho y sus hombros robustos y, sobre todo, por la expresión severa, pero tierna, de sus rasgados ojos negros, envueltos en una oscura sombra bajo sus negras cejas, y por el gesto cariñoso de su boca y de su sonrisa. Aunque no sonreía a menudo, cuando lo hacía resultaba siempre cautivadora.”

Las descripciones y los diálogos son directos y cuidados en esta obra. Por ejemplo cuando se describe la vida cotidiana en la aldea o los momentos de fiesta como en el capítulo XXXV, preciosa descripción la que hace el escritor ruso.

En muchas ocasiones Olenin admira la vida en el Cáucaso y recuerda su vida anterior, vacía para él.

“A cada día que pasaba allí se sentía más libre y humano. El Cáucaso era totalmente distinto a como se lo había imaginado. No había hallado nada que se pareciera a sus sueños ni a las descripciones que había oído y leído. “Aquí no hay ni caballos zainos, ni precipicios, ni ningún Ammalat- Bek, ni héroes ni villanos”, pensaba. “Los hombres viven en armonía con la naturaleza: mueren, nacenm se reproducen, de nuevo nacen, luchan, beben, comen, gozan y de nuevo mueren, sin más condiciones que aquellas normas inmutables que la Naturaleza estipuló para el sol, la hierba, la bestia, o el árbol. Ésa es la única ley que conocen”. Y, por esa razón, aquellas gentes, a su lado, le parecían hermosas, fuertes y libres, y le bastaba con mirarlos para sentir vergüenza y lástima de si mismo. A menudo se planteaba seriamente la posibilidad de abandonarlo todo, convertirse en un cosaco, comprarse una cabaña y ganado, casarse con una cosaca (aunque no con Marianka: ésta era para Lúkashka) y vivir con el tío Yéroshka, ir de caza y de pesca con él y a las campañas con los cosacos.”

El tío Yeróshka es otro personaje entrañable de esta novela. Es vecino de Lúkashka, y es a éste joven al único que no desprecia de entre toda la generación de nuevos luchadores. A lo largo de la narración también entabla una estrecha amistad con Olenin.

Se dice de esta novela que es mitad estudio etnográfico, mitad cuento moral, pero a mí también me parece que esta novela guarda una preciosa historia de amor, por todas estas cosas hay que abrir el libro y disfrutarlo.

© 2009 Araceli Cobos

15Feb/10

EL CARTERO DEL REY. TAGORE

AMAL-ESPERA-UNA-CARTA-DEL-REY

“El cartero del Rey” es la obra de teatro más conocida de Rabindranath Tagore. Una pieza que no nos dejará indiferentes al abrirla. El protagonista es Amal, un niño enfermo que no puede salir de casa y que espera con impaciencia e ilusión una carta del Rey.
Mientras pasa los días en casa, alejado del viento y el sol del otoño, como el médico le ha aconsejado, se divierte mirando a través de la ventana y conversando con la gente que pasa. Habla con el lechero y entonces sueña con ser pregonero de quesos en cuanto se recupere, y también sueña con subir a las colinas, y repartir cartas, y con mil sueños más, como el de repartir flores con Sada, la hija de la florista.
Su padre adoptivo, Madav, sabe lo que le espera al niño. Sufre cuando ve que Amal, ajeno a todo, sigue soñando, sigue feliz.

“AMAL.-¡Me gustaría ser una ardilla! ¡Sería estupendo! ¿Por qué no me dejas salir, tío?

MADAV.-El médico dice que no es bueno para ti.

AMAL.-¿Cómo lo puede saber él?

MADAV.-¡Qué cosas dices! ¿Cómo no lo va a saber con la cantidad de libros que ha leído?

AMAL.-¿Y sus libros lo dicen todo?

MADAV.-¡Pues claro; no lo sabes tú bien!

AMAL.-(Suspirando)-¡Ay, soy tan bobo! Como no leo libros…

MADAV.-Pues entérate bien: las personas muy, muy instruidas hacen como tú; no salen nunca de casa.

AMAL.-¿De verdad que no salen?

MADAV.-No. ¿Cómo van a salir? De la mañana a la noche están dale que dale a sus libros, y no tienen ojos para nada más. Cuando seas mayor, caballerete, vas a ser una persona instruida. Estarás siempre metido en casa, leyendo unos libros muy gordos, y la gente que te conozca se quedará maravillada de tu sabiduría.

AMAL.-No, no, tío, por favor; por lo que tú más quieras. No me gusta eso de ser una persona instruida. ¡No quiero!
MADAV.-¿Pues sabes lo que te digo? A mí me hubiera encantado ser una persona instruida.

AMAL.-A mí no. Yo prefiero ir a todas partes y ver todo lo que haya que ver.

Esta pequeña obra de teatro es otra joya más de Tagore. Es dulce y triste, e incluso cruél. Amal es el único que no sabe que su vida está acabando, por eso no sufre, por eso aún sueña, por eso aún es feliz, y sin embargo el lector, que enseguida coge cariño a este niño inventado, no puede evitar entristecerse, porque también él, como su padre adoptivo, sabe la realidad.
El final de la obra, es uno de los finales más hermosos de todas las piezas teatrales que he leído hasta ahora. Sada, la hija de la florista, en una de las ocasiones que Amal se ha encontrado con ella, ha prometido al chico que un día, cuando acabe de recoger las flores, irá a visitarle. Amal está emocionado y le pide a la niña que no se olvide de él. Sada le asegura que no lo hará. “No te olvidaré, ya lo verás”, le contesta.
Por eso en la escena décima…

SADA.-¡Amal!

MÉDICO REAL.-Está dormido.

SADA.-Le traigo unas flores. ¿Puedo ponérselas entre sus manos?

MÉDICO REAL.-Si, pónselas.

SADA.-¿Cuándo se despertará?

MÉDICO REAL.-En cuanto venga el Rey y le llame.

SADA.-¿Le dirás al oído una cosa de mi parte?

MÉDICO REAL.-¿Qué quieres que le diga?

SADA.-Dile que Sada no le ha olvidado.

© 2009 Araceli Cobos

05Feb/10

YASUTAKA TSUTSUI. ESTOY DESNUDO

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Yasutaka Tsutsui (Osaka, 1934) es, sin duda, un polémico y brillante escritor japonés. Sus obras cargadas de humor negro y de contenido satírico no dejan a nadie indiferente. Tsutsui es uno de los escritores de ciencia ficción más famosos de Japón. Podemos abrir algunos de sus libros gracias a Ediciones Atalanta, que ya en el año 2008 publicaba “Hombres salmonela en el planeta porno” y ahora la editorial ha pedido al autor que seleccionase los que, a su juicio, eran sus mejores cuentos y así ha nacido el volumen “Estoy desnudo”.
En “Estoy desnudo” se agrupan ocho cuentos insólitos. Por ejemplo el que da título al volumen nos cuenta la historia de Yasuko, una mujer casada, y Takashi, un trabajador de élite en una empresa de prestigio. La pareja que mantiene un romance en secreto se ha citado en un hotel, pero un fuego les sorprende dentro y tendrán que abandonar su nido de amor rápidamente. Lo que sucede después es tan sorprendente y cómico como irracional y triste.
El propio Takashi se pregunta:

“¿Por qué una persona como yo, guapísimo, inteligente y de la élite que normalmente me encargaba de hacer transacciones de entre decenas de millones y varios cientos de millones de yenes y que, a veces, volaba al extranjero, donde me manejaba en un inglés fluido, tenía que debatirse en eta situación física con sólo unos calzoncillos.”
Esta es la única pista que puedo dar. El cuento hay que leerlo y les garantizo un buen rato de diversión.
Otro de los cuentos el titulado “El peor contacto posible” nos presenta a los “magumagus” seres de un lugar llamado Magumagu. Ellos quieren contactar con los terrícolas y un hombre debe ser el representante de la Tierra. Tienen que convivir una semana juntos para estudiar los usos y costumbres de cada uno. Es indispensable que el representante de la Tierra esté dotado de un gran sentido común. Así Takemoto, el terrícola y Kerara el magumagu se encuentran garantizando sorpresas al lector.
Kerara reflexiona así es una de las conversaciones que mantiene con Takemoto:

“En el punto en que colisionan el sentido común con el mismo sentido común nace una nueva civilización, ¿no te parece? De la mezcla mutua de las diferentes costumbres se puede obtener una nueva cultura. ¿Estás de acuerdo?.”

El objetivo de Kerara es matar al terrícola:

“Kerara me había golpeado con todas sus fuerzas y había puesto veneno en mi comida, y, en ambos casos, había estado a punto de matarme, pero a lo mejor los magumagus eran una tribu que sentía placer jugando con la muerte. Desconocía si habían establecido de verdad un dualismo; los terrícolas, por ejemplo, tenemos dos grandes impulsos representados en Eros y Tánatos. Según esto, la pulsión de vida es tanto de amor como de hambre, y se manifiesta abiertamente. Sin embargo, la pulsión de muerte permanece oculta inconscientemente, y sólo muy de tarde en tarde aflora con ímpetu. Por el contrario, quizá los magumagus tuvieran tendencia a regocijarse cuando se desencadena un impulso hacia la muerte del interlocutor.”

Se agradece en Tsutsui su prosa directa, irónica, clara, transparente. No tiene miedo, escribe sin prejuicios, sin ganas de embellecer el texto, sin ganas de ser preciosista, y consigue ser único, fresco y auténtico. Además de divertido, puede ser cruél también pero en todos los casos su prosa es valiente e inteligente.

En otro momento Kerara dice:

“La sorpresa que sorprende basándose en intenciones destinadas a sorprender no es una sorpresa de verdad y, puesto que una gran parte de las sorpresas que nos depara la vida son de ese tipo, en ese caso no se trataría de algo sorpresivo, sino más bien de algo que está llamado a ponernos en aprietos.”

“La ley del talión” describe, con bastante crueldad la historia de un fugitivo que ha entrado a una casa de un hombre y allí se ha atrincherado. El hombre vuelve de trabajar y no sabe nada hasta que ve como los medios de comunicación se abalanzan sobre él en busca de algún dato que aclare lo que está pasando en su casa. Su mujer y su hijo han sido tomados como rehenes, ¿por qué?, sin duda hay que abrir este cuento también por su singularidad.
Al estilo Agatha Christie en “Diez negritos”, pero con el sello Tsutsui, el cuento “Maneras de morir” nos cuenta como un “oni”, personaje típico de cuentos y fábulas japonesas, llega a una empresa y va matando a sus empleados.
Por último destacaré “El día de la pérdida”. Warai, un chico de 24 años que aún no ha tenido relaciones sexuales, está ilusionado porque a Keiko, una compañera de trabajo, le gustaría tener relaciones con él.
“…Warai no tenía la mente allí, sino que sus expectativas y su imaginación estaban puestas en el placer que iba a sentir aquella noche. En medio de esa ilusión, Warai ya se había quitado la ropa, incluidos los calzoncillos nuevos, y estaba completamente desnudo. Jadeando violentamente, alargó sus manos temblorosas hasta el vestido de Keiko, dispuesto a quitárselo. Pero lo que a él le resultaba más complicado era no saber qué tipo de vestido llevaría Keiko.”

© 2009 Araceli Cobos

01Feb/10

PLATERO, EL BURRILLO DE ALGODÓN DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

PLATERO-EL-BURRILLO-DE-ALGODoN
Se puede decir que “Platero y yo” es el mejor conjunto de poemas en prosa de la literatura española, y también que es una elegía andaluza, o una autobiografía lírica. Traducido a las más importantes lenguas de la cultura, es un libro, que una vez abierto va directamente al corazón. Juan Ramón Jiménez (1881, Moguer, 1958, Puerto Rico) lo escribió casi en su totalidad entre 1906 y 1912.
Hay capítulos inolvidables en esta obra, pero yo quiero destacar, el primero, titulado “Platero”, por la bella descripción que hacer el escritor del burrillo.
“Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría que todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.(…) Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña…; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra.”
Es preciosa esta descripción. Ya intuímos el profundo amor que siente el hombre por Platero. Cuando Platero muere, uno de los últimos capítulos titulado “Melancolía”, nos deja esa ternura latente aún:

“-¡Platero amigo!, le dije yo a la tierra; si como pienso, estás ahora en un prado del cielo y llevas sobre tu lomo peludo a los ángeles adolescentes, ¿me habrás, quizá, olvidado? Platero, dime: ¿te acuerdas aún de mí? Y, cual contestando a mi pregunta, una leve mariposa blanca, que antes no había visto, revolaba insistentemente, igual que un alma, de lirio en lirio…”
En el “Moridero”, ya deja claro el escritor andaluz, lo que Platero significa para él.
“Tú si te mueres antes que yo, no irás Platero mío, en el carrillo del pregonero, a la marisma inmensa, ni al barranco del camino de los montes, como los otros pobres burros, como los caballos y los perros que no tienen quien los quiera.(…) Vive tranquilo Platero. Yo te enterraré al pie del pino grande y redondo del huerto de la Piña, que a tí tanto te gusta. Estarás al lado de la vida alegre y serena. Los niños jugarán y coserán las niñas en sus sillitas bajas a tu lado. Sabrás los versos que la soledad me traiga. Oirás cantar a las muchachas cuando lavan en el naranjal y el ruido de la noria será gozo y frescura de tu paz eterna. Y, todo el año, los jilgueros, los chamarices y los verdones te pondrán, en la salud perenne de la copa, un breve techo de música entre tu sueño tranquilo y el infinito cielo de azul constante de Moguer.”
Hay capítulos muy bellos como “La Azotea”, o “Idilio de abril”, y otros duros como “La tísica” o “Lord”. En este último el premio nobel de Literatura habla de un perro que tuvo. Está claro el amor que sentía el escritor por los animales, el sufrimiento que sentía por los más débiles. Lejos de esa imagen de hombre serio y frío, el andaluz universal, se presenta, al lado de Platero, como un hombre tierno, que no es ajeno al sufrimiento de los demás, que tiene un gran corazón, que ama a su tierra y a Moguer pero también al mundo entero. Así lo demostró a lo largo de su vida.
Volveré a él con sus poesías, hasta entonces me quedo con este hermoso párrafo del capítulo “La luna”.

“Platero acababa de beberse dos cubos de agua con estrellas del pozo del corral, y vovía a la cuadra, lento y distraído, entre los altos girasoles. Yo le aguardaba en la puerta, echado en el quicio de cal y envuelto en la tibia fragancia de los heliotropos.
Sobre el tejadillo, húmedo de las blanduras de setiembre, dormía el campo lejano, que mandaba un fuerte aliento de pinos. Una gran nube negra, como una gigantesca gallina que hubiese puesto un huevo de oro, puso la luna sobre la colina.”

Y con este, del capítulo “Domingo”.

“Todos, hasta el guarda, se han ido al pueblo para ver la procesión. Nos hemos quedado solos Platero y yo. ¡Qué paz! ¡Qué pureza! ¡Qué bienestar! Dejo a Platero en el prado alto, y yo me echo, bajo un pino lleno de pájaros que no se van, a leer. Omar Khayyám… (…)Las avispas orinegras vuelan en torno de la parra cargada de sanos racimos moscateles, y las mariposas, que andan confundidas con las flores, parece que se renuevan, en una metamorfosis de colorines, al revolar. Es la soledad como un gran pensamiento de luz. De vez en cuando, Platero deja de comer, y me mira…
Yo, de vez en cuando, dejo de leer, y miro a Platero…”

Ediciones Cátedra editó este trabajo con una introducción de Michael P. Predmore, especialista en la obra de Juan Ramón, donde hace una análisis muy interesante de esta obra clave de la literatura contemporánea.

© 2009 Araceli Cobos