Archivos de la categoría: LIBROS

20Mar/11

BILBAO- NEW YORK-BILBAO. KIRMEN URIBE

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Una historia fantástica:

“La tía Margarita, la hermana de mi madre, nos contaba de pequeños que a mi padre se le perdió el anillo de boda en el mar y que ella lo había encontrado en la tripa de una merluza, en la pila de la cocina, mientras limpiaba el pescado. Aquella casualidad resultaba completamente inadmisible. Que mi padre perdiera el anillo en el mar, que se lo comiera una merluza y que luego la embarcación de mi padre pescara esa misma merluza. Y que entre los cientos de merluzas pescadas, mi padre eligiera para llevar a casa precisamente aquella que se había tragado su anillo de boda. No sé qué probabilidades puede haber de que ocurra algo así, pero estoy seguro de que son infinitesimales. Lo peor es que la tía todavía sigue atestiguando que lo del anillo es cierto, que ocurrió de verdad.”

Una historia de tolerancia:

“En los largos días en los que Liborio guardó cama, le solía visitar mi abuela Amparo, su consuegra. Aunque Amparo era nacionalista confesa, se sentaba junto al lecho de Liborio y le leía la prensa franquista. Era una lectura lenta, como la de una niña, marcando bien las sílabas. De vez en cuando, Amparo se detenía en su lectura y le recriminaba a Liborio con una sonrisa, “pero te das cuenta de la sarta de mentiras que cuentan tus amigos. Es la última vez que te leo estas cosas”. Liborio le sonreía con la mirada. Sabía que Amparo bromeaba. A la tarde siguiente le leería el periódico de nuevo.

Una historia de comprensión:

“Siempre elige el Chelsea. Dice que es el que más le gusta, que él es del Chelsea. A mí eso me da pena. Que no sea seguidor de un equipo vasco. “Yo a tu edad era del Athletic”, le suelo decir, haciéndole chantaje emocional. “Pero si el Athletic siempre pierde”, se queja él, “yo prefiero ser del Chelsea y ganar la Champions League”. Salgo cabizbajo de su habitación.
Hace poco entré en el cuarto de Unai y lo encontré jugando con la play. “Tengo una buena noticia para ti”, me anunció con una sonrisa. “Estoy jugando con el Athletic y estamos a punto de ganar la Champions League.” Yo no cabía en mí de alegría. Al final el chaval ha elegido el camino correcto, pensé con orgullo. Pero de repente me di cuenta de que un jugador del Athletic era negro. “Oye, ¿quién es ése?, le pregunté, “no lo conozco”. “Ése es Drogba, delantero del Chelsea. Lo he fichado para el Athletic”, me contestó tan campante. “Y también a Torres y a Messi. Ahora el Athletic el el mejor equipo del mundo.”
Está claro, no tengo nada que hacer con este chaval.

Una historia de amor:

“En otoño del 2005 escribí una columna titulada “San Jerónimo”. En ella contaba, cómo, adolescente, fui con mis padres a la romería del barrio del mismo nombre. La fiesta se celebra el 30 de septiembre y todos los años llueve. Por eso los del pueblo le llaman “San Jerónimo, el santo meón”. El caso es que, en aquella ocasión, acudí con mis padres porque en la plaza del barrio tocaba Kaxiano, el acordeonista ciego. En la entrada una mujer me ofreció una carta, como al resto de los chavales. La mujer tenía dos barajas y a los chicos nos repartía de una y a la chicas de la otra. Cada uno debía bailar con quien tuviera su misma carta. ¡Que agobio! Sin poder
soportar la vergüenza, tiré la dichosa carta en un rincón y al final no bailé con nadie.
Siempre me preguntaba quién sería aquella cahica a la que dejé plantada con mi misma carta. Si habría encontrado el verdadero amor o, si desde entonces, aún estaba esperando a que apareciera su pareja de baile.
Eso era lo que contaba en la columna.
El artículo se publicó en otoño de 2005. Una noche de aquel invierno Nerea se acercó y me dijo. “yo era la chica que en San Jerónimo tenía tu misma carta”.
Desde entonces no nos hemos separado.”

Estas preciosas historias y muchas más están recogidas en el magnífico libro del escritor vasco Kirmen Uribe (Ondarroa, 1970) titulado “Bilbao- New York- Bilbao”. Un libro que hay que leer porque es sorprendente. Es fascinante su trama, son tiernos sus relatos y nobles sus intenciones. Es un libro que llega al corazón sin tonterías, que llega de verdad.
El abuelo Liborio Uribe sabe que va a morir y quiere ver, por última vez un cuadro de Aurelio Arteta. A partir de este momento, con el visionado de este cuadro, Uribe entreteje con maestría e inteligencia una historia que va más alla del País Vasco y a la vez está muy cercana a todos los que son de allí. A los que nacimos y nos hemos criado en el País Vasco nos encandila y nos trae muchos recuerdos, a los que no lo son les envolverá su encanto. No se pierdan el viaje por Bilbao y Nueva York. No se lo pierdan.
Publicado por Seix Barral Biblioteca Breve en su contraportada dice así:

“Bilbao- New York- Bilbao transcurre durante un vuelo entre el aeropuerto de Bilbao y el JFK de Nueva York, y desgrana la historia de tres generaciones de una misma familia. A través de cartas, diarios, e-mails, poemas y diccionarios, crea un mosaico de recuerdos y narraciones que conforman un homenaje a un mundo prácticamente extinguido, a la vez que un canto a la continuidad de la vida”

El libro está lleno de sensaciones, de olores, de amor, de recuerdos y de llamadas de atención. Por ejemplo el amor por el euskera que siente Uribe.

“Ella ya conocía el euskera de antes y había ojeado con curiosidad algunos textos en internet. Más de una vez había intentado deducir el significado de aquellas extrañas palabras. Ni por asomo. Pero una cosa le llamaba la atención: la cantidad de x que aparecían en el texto.
“Vuestra lengua parece el mapa del tesoro”, me descubrió. “Si desenfocas el resto de las letras y percibes sólo las x parece como si te guiaran por la ruta del tesoro.”
Me pareció que aquello era lo más bonito que se podía decir de un idioma que no conoces, que se asemejaba a un mapa del tesoro.”

“Lo más importante son las historias, sean verdad o mentira, o las dos cosas”. Esto dice Uribe en su libro. Creo que tiene mucha razón. Aquí hace una defensa a la tradición oral. Algo que se está perdiendo porque cada vez nos cuesta más escuchar. Siempre he pensado que lo que otros cuentan es un verdadero tesoro. Hay que aprender a escuchar a los demás.

La novela fue ganadora del Premio Nacional de Narrativa 2009 y del Premio Nacional de la Crítica 2008 en lengua vasca.

Finalizo aquí con una historia de ternura que recoge el libro:

“Recuerdo que de pequeños nosotros también teníamos una copia del Guernica colgada en la sala. Entonces en todas las casas del País Vasco había algún Guernica. Mis padres lo barnizaron y parecía que el cuadro era de verdad. Me acuerdo que yo pensaba que el verdadero Guernica estaba en nuestra casa y los que veía en las casas de mis amigos no eran más que copias del nuestro.
Mantuve más de una discusión en la escuela a propósito de este tema. Al final tuve que admitir que el de nuestra casa era igual que los otros, lo único que barnizado.
Pero es cierto, también, que a veces basta un poco de barniz para que las cosas parezcan verdaderas; un pequeño detalle, para convertir las cosas en otras.
Eso mismo hizo Picasso.”

© 2011 Araceli Cobos

13Mar/11

LA CASA EN MANGO STREET. SANDRA CISNEROS

LA LIBERTAD NO ESTÁ EN LA CASA EN MANGO STREET

“Cuando te vayas tienes que acordarte de regresar por los demás. Un círculo, ¿comprendes? Tú siempre serás Esperanza. Tú siempre serás Mango Street. No puedes borrar lo que sabes. No puedes olvidar quién eres. (…) Debes acordarte de regresar. Por los que no pueden irse tan fácilmente como tú.”
Esperanza Cordero busca, desde niña, la libertad. La libertad para salir de la pobreza, del miedo. La libertad para tomar sus propias decisiones,. Porque la libertad es lo que más anhela Esperanza, la protagonista de “La Casa en Mango Street”. Un libro que hay que leer. Imprescindible. Me ha sorprendido esta pequeña novela en su extensión, que no en su calidad, escrita por la autora estadounidense Sandra Cisneros, nacida en Chicago en 1954.
Esta historia recoge un año en la vida de una niña, casi una adolescente, Esperanza. Vive con su familia en Mango Street, un gueto chicano de Chicago. Vive en una casa pequeña, roja y destartalada. Su ilusión es escapar pronto de allí.
La escritora nos deja una serie de viñetas cortas que descubren la vida diaria del arrabal, como se comportan sus gentes, como hablan, como sufren, pero sin traumas. Es un relato delicado, irónico, real, auténtico.
Cisneros vive actualmente en San Antonio, Texas, en su famosa “Casa Morada” donde escribe y dedica parte de su tiempo a impartir talleres de escritura a autores latinos.
La novela se estudia tanto en escuelas como universidades de todo el país y ha sido traducida a multitud de idiomas.
Este libro, que hace un par se semanas encontré en un mercado de libros usados, aquí en Múnich, me ha hecho reforzarme en la idea de que uno no elige los libros que quiere leer, que también, sino que los libros, por alguna razón inexplicable, llegan a uno en el momento en que menos te lo esperas. Es como si cuando naciéramos, cada uno, el destino, le tuviera preparado los libros, que va a leer el resto de sus días. Porque los libros también marcan un poco nuestro camino. O al menos, y afortunadamente, se cruzan en nuestro camino, para no dejar de sorprendernos.
Aquí les dejo algunos fragmentos de esta novela exquisita.

“Nunca acabas de llenarte de cielo. Puedes dormirte y amanecer borracho de cielo, y del cielo puede cuidarte cuando andas triste. Aquí hay demasiada tristeza y no bastante cielo. También hay poquitas mariposas, flores y casi todas las cosas que son bellas. A pesar de eso, hacemos lo mejor con lo que tenemos.”

“Soy una hija fea. Soy la que nadie viene a buscar.
Nenny dice que no va a esperar toda su vida para que venga por ella un marido, que la hermana de Minerva dejó la casa de su madre teniendo un bebé, pero ella tampoco quiere ese camino. Quiere las cosas a su modo. Nenny tiene ojos bonitos y es muy fácil hablar así cuando eres bonita.
Mi madre dice que cuando yo crezca mi pelo polvoriento se aplacará y mi blusa aprenderá a mantenerse limpia. pero he decidido no crecer mansita como las otras. que ponen su cuello en la tabla de picar en espera de la cuchilla.
En las películas siempre hay una de labios rojos rojos que es bella y cruel. Es la que vuelve locos a los hombres y los espanta con sus risas. Su poder le pertenece. Ella no lo suelta.
He comenzado mi propia guerra silenciosa. Sencilla. Segura. Soy la que se levanta
se levanta de la mesa como los hombres, sin volver la silla a su lugar ni recoger el plato.”

Para Sandra Cisneros, su madre, fue, una de las mujeres más importantes de su vida. Ella la animaba, ella creía en ella. Ella le dio todos los deseos a Sandra y Sandra los convirtió en realidad. Creo que en el capítulo “Bien águila” está su madre.

“Yo pude haber sido alguien, ¿sabes?, dice mi madre y suspira. Toda su vida ha vivido en esta ciudad. Sabe dos idiomas. Puede cantar una ópera. Sabe reparar la tele. Pero no sabe qué metro tomar para ir al centro. La tomo muy fuerte de la mano mientras esperamos a que llegue el tren.
Cuando tenía tiempo dibujaba. (…) Algún día le gustaría ir al ballet. Algún día también, ver una obra de teatro. Pide discos de ópera en la biblioteca pública y canta con pulmones aterciopelados y poderosos como glorias azules.
Hoy, mientras cuece la avena, es Madame Butterfly hasta que suspira y me señala la cuchara de palo. Yo pude haber sido alguien, ¿sabes? Ve a la escuela, Esperanza. Estudia macizo. Esa Madame Butterfly era una tonta. Menea la avena. (…) Tienes que cuidarte solita, dice moviendo la cabeza.”

En el capítulo “Rosas de linóleo”, Cisneros deja claro, su preocupación por la libertad de las mujeres. Esa libertad, que muchas mujeres confunden y no llegan a alcanzar.

“Sally se casó como sabíamos que lo haría, joven e impreparada pero casada igual. (…) Ahora tiene su marido y su casa, sus fundas de almohada y sus platos. Dice que está enamorada, pero yo creo que lo hizo para escapar.
Sally dice que le gusta estar casada porque ahora puede comprarse sus cositas cuando su marido le da dinero. Está feliz, excepto algunas veces que su marido se pone furioso y una vez rompió la puerta cuando su pie pasó hasta el otro lado pero la mayoría de los días está okay. Excepto que no la deja hablar por teléfono. Y tampoco la deja asomarse a la ventana. Y como a él no le gustan sus amigos, nadie viene a visitarla a menos que él esté trabajando.
Se queda sentada en casa por miedo a salir sin permiso. Mira todas las cosas que son suyas: las toallas y el tostador, el reloj despertador y las cortinas. Le gusta mirar las paredes, con qué pulcritud se encuentran sus esquinas, las rosas en el linóleo del piso, el techo lisito como pastel de novia.”

© 2011 Araceli Cobos

20Feb/11

EL GRAN POETA DEL AMOR DEL 27, PEDRO SALINAS

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Pedro Salinas (Madrid, 1891, Boston 1951) creía que el amor se podía perfeccionar siempre, que los amantes podían ser perfectos. El amor, para Salinas, conllevaba un conocimiento lúcido del sentimiento. Muchos de sus poemas así lo reflejan y nos revelan que el estar enamorado dura un instante, quizás un sueño, pero después hay que trabajar, hay que luchar, si uno quiere, que ese instante perdure en el tiempo. ¡Qué sabio Salinas!
Poeta, profesor y crítico, el madrileño destaca, dentro de la Generación del 27, por su poesía amorosa, sobre todo gracias a dos libros claves: “La voz a ti debida (1933) y “Razón de amor” (1936).

Aquí les dejo un poema de “La voz a ti debida” titulado “Perdóname por ir así buscándote…”

“Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.

Y que a mi amor entonces le conteste
la nueva criatura que tú eras.”

© 2011 Araceli Cobos

15Feb/11

SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR…, DECÍA LUIS CERNUDA

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“Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la
verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería al fin aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar
preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia
mezquina,
por quien el día y la noche son para mí lo que
quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu,
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he
vivido.”

Este poema titulado “Si el hombre pudiera decir…”, escrito en 1931 y recogido en la obra “Los placeres prohibidos”, pertenece al escritor sevillano Luis Cernuda (Sevilla 1902, México, D.F 1963), que reunió todos sus libros bajo un título global y muy revelador: “La realidad y el deseo”. Así era su vida una continua batalla entre la realidad del mundo que le rodeaba, los límites que ésta le imponía y su verdadero anhelo, su deseo. Fue un inadaptado, un solitario, un dolorido. Ese carácter explica el porqué de su singularidad dentro del grupo de poetas de la generación del 27. Al comienzo, compartió con ellos algunas de las tendencias de éstos como el surrealismo o la poesía pura, pero pronto se desmarcó y edificó sus versos con sobriedad y gran profundidad.
Sin duda, Cernuda ocupa uno de los más altos puesto de la lírica española del siglo XX.
Leer a Cernuda es un placer muy doloroso.

“No es nada, es un suspiro,
pero nunca sació nadie esa nada
ni nadie supo nunca de qué alta roca nace.

Ni puedes tú saberlo, tú que eres
nuestro afán, nuestro amor,
nuestra angustia de hombres;
palabra que creamos
en horas de dolor solitario.

Un suspiro no es nada,
como tampoco es nada
el viento entre los chopos,
la bruma sobre el mar
o ese impulso que guía
un cuerpo hacia otro cuerpo.

(…)

Sombra, si tú lo sabes, dime;
deja el hondo fluir
libre sobre su margen invisible,
acuérdate del hombre que suspira
antes de que la luz vele su muerte,
vuelto él también de aire,
suspiro entre tus manos poderosas.”

Este poema de “Invocaciones” (1934-35), titulado “No es nada, es un suspiro”, empieza con una frase conversacional, esa frase con la que respondemos a alguien que nos oye suspirar. Cernuda, a partir de ahí, teje con sus versos su dolor, su anhelo, su vida.

© 2011 Araceli Cobos

11Feb/11

MIGUEL MIHURA. TRES SOMBREROS DE COPA

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Supongo que uno nunca olvida aquella primera obra de teatro que fue a ver siendo aún un niño o un adolescente. Yo recuerdo que la mía fue “Tres sombreros de copa” de Miguel Mihura en el precioso teatro Arriaga de Bilbao.
Miguel Mihura (Madrid, 1905, 1977) es, sin duda, el mejor ejemplo del buen teatro cómico de posguerra. “Tres sombreros de copa” es un hito fundamental del teatro actual. Se estrenó en 1953, sin éxito de público: su humor aún resultaba demasiado “nuevo”. Los diálogos están llenos de disparates y divertidos absurdos. Con el tiempo, el madrileño se acercó más a los gustos del público y obtuvo éxitos, que aunque no alcanzaron la altura de la obra citada, fueron deliciosos igualmente, como por ejemplo: “Maribel y la extraña familia”.
Como nadie es perfecto, durante la Guerra Civil, se refugió en San Sebastián con el bando nacional y militó en la Falange Española. Allí fue director de una revista de propaganda para los soldados del frente. Más tarde, en 1941, esta revista se convertirá en “La Codorniz”, considerada como el estandarte paródico de las convecciones sociales del momento.
A partir de la década de los cincuenta se produce ese cambio en la obra de Mihura que antes explicaba, la sátira se impone sobre el humor.
Participó en el guión de la película “Bienvenido, Mister Marshall en 1942 junto a Bardem y Berlanga.
Pero dejando a un lado sus amores políticos, nos centramos en el escritor y en su obra. Aquí les dejo un fragmento de “Tres sombreros de copa”. Si la abren se divertirán.

Dionisio es un joven bastante tímido que vive en un ambiente clásico y algo aburrido. Pronto va a casarse de una forma, convencional, como tiene que ser. Pero algo inesperado le va a suceder. La noche anterior, en el hotel donde se hospeda, coincide con una estrafalaria compañía de “music- hall”. Y surge lo que nadie podría imaginar, al lado de Paula, una bailarina de la compañía que le descubre otra forma de vivir, otro mundo. ¿Tendrá Dionisio valor para seguir a Paula?
El fragmento que les escribo a continuación pertenece al acto III, poco después de que Paula se haya enterado que Dionisio está prometido y va a casarse.

“DIONISIO: ¿Has tenido muchos novios?
PAULA: ¡Un novio en cada provincia y un amor en cada pueblo! En todas partes hay caballeros que nos hacen el amor… ¡Lo mismo es que sea noviembre o que sea en el mes de abril! ¡Lo mismo que haya epidemias o que haya revoluciones… ! ¡Un novio en cada provincia…! ¡Realmente es muy divertido…! Lo malo es, Dionisio, lo malo es que todos los caballeros estaban casados ya, y los que aún no lo estaban escondían ya en la cartera el retrato de una novia con quien se iban a casar…. Dionisio, ¿por qué se casan todos los caballeros…? ¿Y por qué, si se casan, lo ocultan a las chicas como yo…? ¡Tú también tendrás ya en la cartera el retrato de una novia…! ¡Yo aborrezco las novias de mis amigos…! Así no es posible ir con ellos junto al mar… Así no es posible nada… ¿Por qué se casan todos los caballeros…?
DIONISIO: Porque ir al fútbol siempre, también aburre.
PAULA: Dionisio, enséñame el retrato de tu novia.
DIONISIO: No.
PAULA: ¡Qué más da! ¡Enséñamelo! Al final lo enseñan todos….
DIONISIO: (Saca una cartera. La abre. Paula curiosea.): Mira…
PAULA (Señalando algo): ¿Y esto? ¿También un rizo de pelo…?
DIONISIO: No es de ella. Me lo dio madame Olga… Se lo cortó de la barba, como un pequeño recuerdo… (Le enseña una fotografía) Éste es su retrato, mira…
PAULA (Lo mira despacio. Después.): ¡Es horrorosa Dionisio…!
DIONISIO: Sí.
PAULA: Tiene demasiados lunares…
DIONISIO: Doce. (Señalando con el dedo). Esto de aquí es otro…
PAULA: Y los ojos son muy tristes… No es nada guapa, Dionisio…
DIONISIO: Es que en este retrato está muy mal… Pero tiene otro, con un vestido de portuguesa, que si lo vieras…(Poniéndose de perfil con un gesto forzado) Está así…
PAULA: ¿De perfil?
DIONISIO: Sí. De perfil. Así.
PAULA: ¿Y está mejor?
DIONISIO: Sí. Porque no se le ven más que seis lunares.
PAULA: Además, yo soy más joven…
DIONISIO: Sí. Ella tiene veinticinco años…
PAULA: Yo, en cambio… ¡Bueno! Yo debo de ser muy joven, pero no sé con certeza la edad mía… Nadie me lo ha dicho nunca… Es gracioso, ¿no? En la ciduad vive una amiga que se casó… Ella también bailaba con nosotros. Cuando voy a la ciudad siempre voy a su casa. Y en la pared del comedor señalo con una raya mi estatura. ¡Y cada vez señalo más alta la raya…! ¡Dionisio, aún estoy creciendo…! ¡Es encantador estar creciendo todavía…! Pero cuando la raya no suba más alta, esto indicará que he dejado de crecer y que soy vieja… Qué tristeza entonces, ¿verdad? ¿Qué hacen las chicas como yo cuando son viejas…? (Mira otra vez el retrato.) Yo soy más guapa que ella…!
DIONISIO: ¡Tú eres mucho más bonita! ¡Tú eres más bonita que ninguna! Paula, yo no me quiero casar. Tendré unos niños horribles… ¡y criaré el ácido úrico…!”

© 2011 Araceli Cobos

06Feb/11

DESPISTES Y FRANQUEZAS DE BENEDETTI Y MUCHO MÁS

DESPISTES-Y-FRANQUEZAS-DE-BENEDETTI

Mario Benedetti (Paso de los Toros, Uruguay, 1920- Montevideo, Uruguay, 2009) es uno de los pocos escritores que me ha hecho llorar. Fue hace mucho, por culpa de su libro “Despistes y franquezas”. Dentro de este libro, precioso, completo, irónico, inteligente e imprescindible, se encuentra el relato “Pacto de sangre”. Este relato, que cada vez que lo leo, me sigue haciendo llorar y reir, pero más llorar, trata de un abuelo que vive postrado en una cama en casa de su hija y su yerno. Ellos creen que no habla, pero su nieto, Octavio, descubre que puede hacerlo. Desde ese momento deciden guardar el secreto y hacen un pacto de sangre. El abuelo, que no sabe que hacer con las horas que pasa tumbado, imagina cuentos para su nieto hasta que ocurre algo inesperado. El relato es todo ironía y ternura , no se lo pierdan.
Aquí les dejo un par de fragmentos:

“Viene mi hija por la mañana temprano y no me dice qué tal papá sino qué tal abuelo, como si no proviniera de mi prehistórico espermatozoide. Viene mi yerno al mediodía y dice qué tal abuelo. En él no es una errata sino una muestra de afecto, que aprecio como corresponde, ya que él procede de otro espermatozoide, italiano tal vez puesto que se llama Aldo Cagnoli. Qué bien, me acordé del nombre completo. A uno y a otro les respondo siempre con una sonrisa, un cabeceo conformista y una mirada lacrimosa como de costumbre, pero inteligente. Esto me lo estoy diciendo a mí mismo, de modo que no es vanidad ni presunción ni coquetería senil, algo que hoy se lleva mucho.”

“Ducharme no. Eso no podría hacerlo sin ayuda, pero para mi higiene general viene una vez por semana (me gustaría que fuese más frecuente, pero al parecer sale muy caro) el enfermero y me baña en la cama. No lo hace mal. Lo dejo hacer, qué más remedio. Es más cómodo y además tiene una técnica excelente. Cuando al final me pasa una toalla húmeda y fría por los testículos, siento que eso me hace bien, salvo en pleno invierno. Me hace bien, aunque, claro, ya nadie puede resucitar al muerto. A veces, cuando voy al baño, miro en el espejo mis vergüenzas y nunca mejor aplicado el término. Mis vergüenzas. Unas barbas de chivo, eso son.”

El relato “Miles de ojos”, que trata de la vida cotidiana de un ex torturador es muy interesante. “Triángulo isósceles” habla de la ex actriz Fanny Araluce y como se las ingenia para demostrar que es una gran actriz. Fántastico también. Por cierto este relato me recordó a uno de Oscar Wilde titulado “La actriz” igual de brillante e interesante. En “El ruido y la imagen” se alaba a la palabra escrita por encima de la imagen, una gran reflexión. “El Niño Cinco Mil Millones”, por su realismo es duro e impactante. “El puercoespín mimoso” es entretenido y gracioso. Y así puede uno seguir hablando de tantos despistes y tantas franquezas del genial Benedetti.
También se incluyen en esta obra varios poemas de los que dejo aquí algunos versos:

De “Cava memorias”:

La soledad es un desierto
está en litigio
no tiene sombra
y es puro hueso.”

De “La roca”:

“La indiferencia de la roca
me conmueve y me aplaza.

(…)

no obstante apuesto a que
la indiferencia de la roca
quiere comunicarnos
una alarma infinita.”

De “Enigmas”:

“Todos tenemos un enigma
y como es lógico ignoramos
cuál es su clave su sigilo
rozamos los alrededores
coleccionamos los despojos
nos extraviamos en los ecos
y los perdemos en el sueño
justo cuando iba a descifrarse.”

Benedetti perteneció a la Generación del 45. Tras el Golpe de Estado en Uruguay en 1973 debe abandonar el país y se exilia a Buenos Aires, posteriormente a Perú, Cuba y Madrid. Su obra, extensísima, abarcó la narrativa, el drama y la poesía. Su voz recitando sus poemas fue grabada en varias ocasiones en compañía de Daniel Viglietti. Joan Manuel Serrat musicalizó varias de sus poesías en el disco “El sur también existe”.

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© 2011 Araceli Cobos