ORGULLO Y PREJUICIO. JANE AUSTEN
La familia Bennet vive en Longbourn, un pueblo de la campiña inglesa, situado sólo a kilómetro y medio de Meryton. La familia Bennet está compuesta por un padre, una madre y cinco chicas, pobres, modestas, pero con ambiciones, sobre todo, por parte de la madre. Jane, Elizabeth, Catherine, Lydia y Mary conforman el universo creado por la gran escritora inglesa Jane Austen (Steventon, Inglaterra 177 – Winchester, Inglaterra 1817) en su novela «Orgullo y prejuicio».
La tranquilidad de la familia se verá alterada con la aparición en el pueblo de Charles Bingley un joven rico y soltero, al que pronto todas las familias querrán para sus hijas casaderas. Es, que duda cabe, un excelente partido. Fitzwilliam Darcy, amigo de Bingley, es otro excelente partido. Mientras las familias de alrededor siguen haciendo sus planes ellos ya se han enamorado. ¿De quién? Hay que abrir este clásico de la literatura para averiguarlo. Austen es, sin duda, una precursora, de la novela moderna en Europa. Aunque, quizás, la lectura de sus libros sea un poco dura, en principio, pues hay que trasladarse, en el caso de «Orgullo y prejuicio» a modas, costumbres,…de lo más pasado de moda, es una escritora única.
Austen, aunque habló mucho de amor o quizás por eso, permaneció soltera y llevó una vida apacible en diversos lugares del sur de Inglaterra. Otras obras de la autora igualmente deliciosas son: «Emma», que personalmente me encanta, «Sentido y sensibilidad», «La abadía de Northanger» o «El parque de Mansfield».
Pero centrémonos en «Orgullo y prejuicio». En realidad, la obra tiene cuatro protagonistas claves: Jane, Elizabeth, el señor Bingley y el señor Darcy, pero, es cierto, que el resto de las hermanas, los vecinos del pueblo, como los Lucas, los familiares, como el señor Collins, primo segundo del señor Bennet y pretendiente de Elizabeth, y tanto el padre como la madre de las chicas son personajes vitales en la obra. Particularmente, el señor Bennet, me fascina. Su fina ironía inglesa da el toque de humor al libro, y lo hace único.
El orgullo por parte de unos y los prejuicios por parte de otros harán que los amores en la novela no se desarrollen de una forma fluida, y de eso trata el trabajo de Austen. El amor, se podría decir, vence todos los obstáculos, pero hay que luchar, incluso, con nuestras propios prejuicios, esas ideas que tenemos en la cabeza y que nos frenan a la hora de enamorarnos o creernos dignos de que alguien nos ame. El orgullo es también peligroso viene a decir, pero hay que tragárselo si queremos conseguir nuestro objetivo.
«El orgullo se relaciona sobre todo con la opinión que tenemos de nosotros mismos; la vanidad, en cambio, con lo que queremos que los demás piensen de nosotros.». Esta frase la dice Mary, una de las hermanas, mientras mantiene una conversación con Elizabeth, después de un baile que ha tenido lugar y en el que han conocido a los señores ricos y pudientes.
Después de ese baile, ya nada será igual para las hermanas.
El objetivo de toda joven de entonces era casarse. El mundo giraba, casi siempre, en torno al hombre que conocerían en el futuro, por eso, el libro está cargado de reflexiones acerca del amor, la amistad, el matrimonio, las maneras de llegar a encontrarse con el ser amado, las cuestiones de si esa persona será la adecuada,… reflexiones que son válidas hoy en día.
«La felicidad en el matrimonio es cuestión de suerte. Aunque ambos cónyuges conozcan perfectamente la manera de ser del otro, o incluso aunque descubran de antemano una gran similitud, no se sigue de ahí que su felicidad esté garantizada. Con el paso del tiempo siempre llegan a distanciarse lo suficiente para que les corresponda su parte alícuota de sufrimiento; y es mejor saber lo menos posible de los defectos de la persona con la que vas a pasar la vida».
No puedo desvelar, desgraciadamente, nada más, ni siquiera pasajes del libro que me encantan, porque entonces no merecería la pena leer la obra. Y de eso se trata, de que ustedes se queden con la intriga de que pasó en estos asuntos de amor.
Les dejo aquí otras citas generales del libro para que ustedes las disfruten.
«…no hay nada peor que separarse de la familia. Todo se vuelve melancólico»
«Piensa sólo en el pasado cuando su recuerdo te procure placer.»
«Orgullo y prejuicio» se publicó por primera vez el 28 de enero de 1813 como una obra anónima, sin que figurara el nombre de su autora. «Es una verdad universalmente reconocida que todo hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita esposa». Así comienza la obra, con esta frase, que ya es una de las más famosas de la literatura inglesa.
Este libro, sigue la forma de escritura de Charles Dickens. Dickens siempre presentaba a unos personajes a los que, evidentemente, les sucede una serie de cosas. Pero, además, nos describía la sociedad en la que éstos vivían, hacía un retrato de la sociedad, de lo que giraba en torno a esos personajes, creando dos niveles de lectura muy interesante. La escritora inglesa maneja este truco literario también, nos describe a la sociedad británica en el cambio de siglo de forma interesante, incluso sin mencionar los dramáticos acontecimientos históricos de la época, entre otros, la revolución francesa o el inicio de las campañas napoleónicas y, a la vez, nos sumergimos en esta historia de amor llena de orgullos y prejuicios, creando así un libro completo al que dos tipos muy diferentes de lectores pueden acudir, el que esté interesado sólo en la trama, y el que quiera aprender como era la sociedad en la Inglaterra del siglo XVIII.