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14Abr/13

CERRÉ LA PUERTA. BAJÉ LAS ESCALERAS… ANA MARIA MOIX, ÚNICA

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Lo descubrí con la frente apoyada en el escaparate…

Lo descubrí con la frente apoyada en el escaparate
de la pastelería y en los ojos blancos, increíbles, le reconocí:
Era Hitler y estuve a punto de decírselo: te ves más viejo
desde la última vez. Pero me pareció tan triste
que hice como si no le conociera.Cerré la puerta. Bajé las escaleras. Tropecé con el sereno…

Cerré la puerta. Bajé las escaleras. Tropecé con el sereno….

Cerré la puerta. Bajé las escaleras. Tropecé con el sereno
y se rompió el silencio. Le supliqué con un gesto que no lo dijera
y lo dijo: «Hoy no vienen, señorita; no les toca «. Y aún no habia
vuelto yo la esquina oí como le iba con el cuento al guarda de la
taberna: «Está loca esa chica. Cada día, a las doce,
baja para abrir la puerta a los muertos». Tuve que retener
a tío Jacobo que quería retarle a un duelo. Tío Jacobo murió
antes del 36 y no estaba acostumbrado a la mala educación de los
serenos para con las señoritas.

Tenía muchas ganas de incluir en el blog algún trabajo de la poeta Ana María Moix (Barcelona, 1947, 2014), porque me gusta, porque sigo su obra, porque siempre dijo cosas muy interesantes porque era inteligente, porque no se callaba y porque abrir un libro de ella es una delicia. Su paraíso poético me fascina. Estas dos poesías que incluyo aquí son dos de mis preferidas.

En un artículo de julio de 2012 que recogía Publico.es la escritora hablaba sobre la crisis en el mundo de la cultura y decía cosas tan interesantes como éstas. Aseguraba que el mundo de la cultura está en crisis desde hace treinta años porque «se ha bajado los pantalones» ante el mundo del dinero y el que manda es «el señor de la calculadora», mientras al intelectual se le ha «tapado la boca» con cifras de ventas y subvenciones. «Ahora toda la culpa la tiene la crisis económica, que, sí, es brutal, pero la crisis del mundo cultural viene precisamente de la época de la abundancia», opinó la narradora.

Moix ha publicado «Baladas del dulce Jim» (1969), «Call me Stone» (1969) y «No time for flowers» (1971), así como la recopilación «A imagen y semejanza» (1983). Fue la única mujer incluida en la antología «Nueve novísimos poetas españoles» (1979) por José María Castellet.
Como narradora ha publicado, entre otras obras, «Julia» (1970), «Ese chico pelirrojo al que veo cada día» (1971), «La maravillosa colina de las edades primitivas» (1981), «Las penas» (1982), «Las virtudes peligrosas» (1985) y «Vals negro» (1994).
En 2002, y después de un silencio editorial de ocho años, la autora catalana reunió diez relatos en el volumen «De mi vida real nada sé». Ese mismo año, la editorial Lumen lanzó al mercado la «Biblioteca Ana María Moix» para reeditar la narrativa completa de la escritora.
Moix es ganadora de los siguientes premios:
Premio Vizcaya de Poesía 1970 por «No time for flowers»
Premio Ciudad de Barcelona 1985 por «Las virtudes peligrosas»
Premio Ciudad de Barcelona 1995 por «Vals negro»

Siempre pendiente de sus amigos, de proteger la obra y la memoria de su hermano Terenci Moix, nada pendiente de sus trabajos, de su legado, así la describen los que la conocieron.