Yo pregunté a los niños que cosas son las que les ponían tristes.
Ellos me respondieron así:
-Unas rosas aplastadas en medio de la calle.
-Un pájaro que canta encerrado en su jaula.
-Una madre que no vuelve.
-Un padre llorando.
-Un abuelo que no sonríe.
-Un invierno sin nieve y sin regalos.
-Un verano sin sol y sin helados.
-Una caja con juguetes olvidados.
-Un animal en el zoo.
-Una mariposa sin polvillo mágico.
-Una playa sucia.
-Un armario sin chocolate.
-Un amigo enfadado.
-Una noche con sueños malos.
-Una semana sin sábados.
Son algunas de las cosas que me respondieron, y resulta que son demasiadas. Demasiadas para un niño.