GRACIAS A TODOS
Hoy, nueve de noviembre, cumple años este modesto blog de literatura. Nació “Un libro abierto” con mucha ilusión y así continúa. Como ya he explicado en una ocasión, la literatura nos sirve, la literatura nos ayuda en la vida, nos da ejemplos, nos acompaña, aprendemos, y nos dejamos llevar por ella. Viajamos a otros lugares, conocemos a otras personas, sufrimos o nos alegramos al leer como si fuera nuestra propia vida, la que está escrita en ese papel que abrimos de forma ingenua pero siempre con curiosidad.
Son tantos los autores sobre los que hablaría … y tantas las obras sobre las que escribiría…pero falta, como casi siempre, tiempo.
Mi hijo Maximilian no cree que sea muy importante esto de que uno escriba sobre libros, lo que él quiere es que leamos libros juntos. Y mi marido, Christian, artífice del diseño de este blog, aunque ya es mayorcito para leer libros solo, apoya a mi hijo en eso de leer libros juntos, que no es otra cosa que una metáfora para decir que una familia, como sucede con la lectura, necesita tiempo para estar juntos. Las pasiones de cada uno pueden esperar.
Pero el viaje continúa, yo continúo, “Un libro abierto” continúa, con el objetivo de abrir muchos libros más.
Quiero agradecer a todos los lectores que se pasean por mi blog su tiempo y su interés. Me gustaría leer más comentarios y también aprender de todos ustedes. Me gustaría conocer sus gustos, ya que ustedes conocen ya, algunos de los míos.
No quiero desperdirme sin recordar que desde que nació este blog he querido rendir un homenaje a los niños del mundo con mis cuentos infantiles, porque hay, desgraciadamente, muchos niños en el mundo que no pueden abrir libros, que no vuelven nunca a casa porque no la tienen, que piden en los semáforos de cualquier ciudad, que luchan en guerras, que se prostituyen para sobrevivir, que lloran, que son maltratados, que están sólos, que están enfermos, que en definitiva, nunca serán niños. Nunca serán niños mientras los mayores, que si tuvimos la suerte de serlo, miramos el espectáculo degradante, como meros espectadores. Mientras haya un niño en el mundo que sufra es imposible que uno viva tranquilo, porque los niños duelen, duelen mucho. Los niños que sufren son mi herida abierta.
Muchas gracias a todos y hasta pronto.