VISIONES DE LAS HIJAS DE ALBION. WILLIAM BLAKE
«¿Con qué sentido mide la cándida paloma el espacio?
¿Con qué sentido forma la abeja celdas?»
El libro «Visiones de las hijas de Albion» es un libro que data del año 1793. Según se explica en el prefacio el argumento es bastante simple, aunque «presenta muchas ramificaciones que se entrelazan en la compleja mente creadora de Blake».
El poema comienza, sigue diciendo, con una afirmación rotunda: «Esclavizada, las Hijas de Albion lloran». Estas hijas de Albion son las mujeres de Inglaterra y, sin duda, por extensión, apunta el prefacio «la mujer en general».
Blake, como ya he explicado en el otro post siempre tuvo claro la igualdad de sexos y denuncia a la esclavitud a las que están sometidas.
Oothoon es el personaje principal, como la describe el poeta, una doncella inocente que vaga por los valles de Leutha en busca de flores. Una caléndula se ofrece a ella invitándola a que la arranque de su lecho de rocío.
Esta flor según explica el resumen del libro de la editorial Atalanta, puede interpretarse como el descubrimiento de la sexualidad por parte de Oothoon.
Así lo escribe Blake en el Argumento:
«¡Amaba a Theotormon,
y no sentía vergüenza;
temblaba en mis miedo virginales,
y me ocultaba en el valle de Leutha!
Arranqué la flor de Leutha,
y ascendí desde el valle;
pero los terribles truenos rasgaron
mi velo virginal en dos.»
La muchacha está enamorada de Theotormon, que en la obra del poeta inglés representa tanto el deseo como los celos, pero acaba violada por Bromion, del que tendrá un hijo. El amado por la muchacha la rechaza por impura y esta sufre una gran pena.
«Bromión la desgarró con sus truenos, en cuyo lecho tormentoso
desvanecida yacía la doncella, y sus roncos truenos fueron pronto
horrorizados por sus penas.»
«Ahora puedes casarte con la ramera de Bromion, y proteger al niño
de la cólera de Bromion, que Oothoon parirá dentro de nueve lunas.»
«Oothoon no llora: ¡no puede llorar! Sus lágrimas están presas.
Pero puede aullar incesantemente, retorciendo sus tiernos miembros níveos,
y llamando a las águilas de Theotormon para que hagan presa de su carne»
La crítica, según la edición, ha sugerido que Blake pudo inspirarse, por un lado, en el libro de Mary Wollstonecraft «A Vindication of the Rights of Woman» (1792), una obra pionera en la reivindicación de los derechos de la mujer, y, por otro, en los poemas «The Works of Ossian (1765), de James Macpherson, que alcanzaron una gran popularidad internacional y en los que Blake parece basarse para los nombres de algunos de sus personajes.
La pena de la muchacha es inmensa:
«¡Theotormon no me oye! Para él la noche y el alba
son lo mismo: una visión de suspiros, una mañana de nuevas lágrimas.
Y nadie salvo Bromion oye mis lamentos.
¿Con qué sentido elude el polluelo al voraz halcón?
¿Con qué sentido mide la cándida paloma el espacio?
¿Con qué sentido forma la abeja celdas? (…)
Pregúntale al gusano ciego los secretos de la tumba, y por qué a sus espirales
les gusta enroscarse en los huesos de la muerte; y pregúntale a la voraz serpiente
de dónde saca su veneno; y el águila alada por qué le encanta el sol,
y luego, cuéntame los pensamientos del hombre ocultos desde antiguo.
Silenciosa quedo toda la noche, y todo el día estaría silenciosa,
si Theotormon volviese una vez más sus amados ojos hacia mí.
(…)
Y Theotormon rompió su silencio, y respondió:
«Dime, ¿qué es la noche o el día para el que está abrumado por la pena?
Dime, ¿qué es un pensamiento, y de qué sustancia está hecho?
Dime, ¿qué es una alegría, y en qué jardines crecen las alegrías?
Y ¿en qué ríos nadan las penas? Y ¿en qué montañas
ondulan sombras de descontento? Y ¿en qué casas moran los miserables,
borrachos de pena, olvidados y aprisionados por la fría desesperación?
(…)
¿Puede ser Amor lo que se bebe a otro como una esponja se impregna de agua,
lo que nubla con celos su noche, y con llantos el día entero,
para hilar una telaraña de años alrededor de él, gris y de vetusta oscuridad,
hasta que sus ojos enfermen con la visión del fruto que contemplan?
Tal es el amor a uno mismo que todo lo envidia: un rastrero esqueleto,
con ojos centelleantes, que vela el helado lecho conyugal.»
Para los lectores que tengan más interés por este escritor, la editorial Atalanta también ha publicado «Ocho ensayos sobre William Blake» de la escritora inglesa Kathleen Jessie Raine (1908-2003), que como se publica en esta edición, «será recordada además por ocupar un lugar prominente en la poesía inglesa contemporánea, con quince libros de poemas publicados, por sus estudios acerca del sentido simbólico y místico de la poesía de William Blake, que alcanzaron su plenitud con la obra «Blake and Tradition».
Qué delicia leer estas cosas en estos días tan vulgares.
Gracias.
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